Guille salió con un gorro cubriendo su cabeza tras unas musiquitas electrónicas puestas como preludio a la actuación. Comenzó encenciendo las cinco pantallas que tenía con imágenes virtuales de sus chicos y entonando la canción que más famoso le ha hecho a nivel mainstream, "La revolución sexual". A partir de ahí se sucedieron uno tras otro los estribillos pegadizos y las melodías pop que caracterizan a sus composiciones. Es innegable el talento de Guille. Acompañó a una base de samples de versiones de sus canciones (fue tan original que los samples versionaban las melodías originales de sus discos) con una guitarra eléctrica y un tecaldo electrónico, y reversionó alguno de sus temas con un piano (haciéndolos más lentos e intimistas). Tocó varias versiones, entre ellas "Aire" de Pedro Marín, "Love is in the air" deJohn Paul Young y una irreverente "Qué sabe nadie" de Raphael que interrumpió a la mitad poque no se sabía más de la canción...
Las cinco pantallas traseras daban una alegría innegable al evento. Uno tras otro, acompañando a cada canción, se sucedieron videos con imágenes o con gráficos recordanando la época dorada de los videojuegos de marcianitos. Cuando acabó su actuación y Guille se marchó, una música electrónica al ritmo de "Sensaciones pop" nos enseñaba que eso no había acabado y aún quedaban bises. Entonces salió Guille y tocó dos de sus grandes éxitos, "Cerca de Shibuya" y "Como un fan", ésta última en un solo al piano.
Resumiendo, un concierto de ésos en los que sales con una sonrisa en la cara y esperando a volver a la próxima cita de Guille con los madrileños.
1 comentario:
Guille es genial (y todo el equipo que va con el, claro)
Y el concierto, tal y como lo has descrito, tuvo que ser una gozada!
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