Lookout! Records 1987-2012

Tristeza y recuerdos alegres a la vez. Eso es lo que se siente cuando se lee el cierre definitivo de una discográfica que nos ha dado tantos momentos alegres como Lookout! Records. Especializada en el punk-rock, aunque no dejando de lado grupos hardcore o ska, siempre arriesgó con los grupos y nos dejó a algunas de las grandes joyas del punk-rock americano.

Fundada en 1987 por Larry Livermore y David Hayes, en Berkeley, California; empezó editando los discos de los dos grupos más conocidos de Berkeley, Green Day (íntimos amigos de Livermore) y Operation Ivy (la mítica banda cuyo único disco, Energy, dió lugar a la mejor banda de punk-ska callejero, Rancid); así como algunos de los mejores discos dentro del género punk-rock (o punk-pop ramoniano, como se prefiera) como referencias de Screeching Weasel, The Queers, Parasites, Groovie Ghoulies, The Lillingtons, The Mr. T Experience, Pansy Division, Riverdales... no se podría entender el punk-rock actual sin ese característico "sonido Berkeley" que tenían Green Day en sus primeros LPs (1,039/Smoothed Out Slappy Hours y Kerplunk!), y que les permitió dar el salto a Reprise y lanzar el imprescindible (y millonario) Dookie...

Probablemente preguntando a cualquiera de las bandas de punk-rock actual a que bandas (aparte, obviamente, de Ramones) escuchaban cuando empezaban y versioneaban en sus ensayos, todas dirán sin discusión que The Queers, Screeching Weasel (al margen de la controvertida figura de su líder, Ben Weasel), Groovie Ghoulies, o cualquiera de las bandas formadas por miembor sde todos estos grupos (Riverdales, Lillingtons, Squirtgun..) han sido sus bandas de cabecera. Es imposible pensar en punk-rock y no pensar en "Punk rock girls", "Like a Parasite", "This Place Sucks", "Debra Jean", "Fuck The World", el himno "I Only Drink Bud" o cualquiera de las canciones de The Queers; o en "Hey Suburbia", "Cindy's on Methadone",

"My Brain Hurts", "Supermarket Fantasy" o cualquiera de las de la banda de Ben Weasel, Danny Vapid y Jughead...

Lookout! siguió y siguió sacando grupos a pesar de que muchos de sus artistas se fueran a discográficas mayores como Reprise, Epitaph, Fat Wreck... e incluso muchos de los miembros de esos grupos que se fueron siguió colabornado con Lookout! con bandas alternativas que el sello editó. Lookout! era una fábrica de píldoras de punk-rock de 2 minutos de duración, e incluso variando hacia otros estilos como el hardcore-punk comop Avail, Born Against o Neurosis; el ska-punk con grupos como American Steel; hardcore melódico como Enemy You o Samiam... e incluso rock puro y duro como The Donnas (que en su momento fueron one-hit-wonders en USA

copando portadas de revistas como Rolling Stone y editando videos en la MTV), un cuarteto de chicas de Palo Alto, dignas herederas de Joan Jett y sus Runaways.

En el año 1997 Livermore vende el sello al artista Chris Appelgren, creador de muchas de las portadas de los discos de Lookout!. Sin embargo, una mala gestión de las grandes ventas de mediados de los 90 así como la desvinculación por impagos de algunos de los grandes grupos del catálogo como Green Day u Operation Ivy, que rescindieron sus contratos con Lookout! para llevarse los derechos de los discos editados a otras discográficas, derivaron en una situación económica insostenibley. Lookout! intentó subsistir los últimos años con apenas dos trabajadores, hasta que, finalmente, el 13 de Enero de 2012 Larry Livermore anunció en Twitter el cierre definitivo de Lookout! y Appelgreen lo confirmó un comunicado en la web de Lookout! de

título "Hard to say goodbye"; debido a que era imposible mantenerla. Ese día se ponía fin a 25 años de punk-rock de tres acordes y pegadizas melodías bubblegum.

Como dirían NOFX... So Long And Thanks For All The Shoes!!

La web de Lookout! sigue activa con la nota de despedida, lo que les queda de catálogo y según Chris, la seguirán manteniendo con historias acerca del sello...

http://www.lookoutrecords.com/

Los malvados ninjas y el Doctor Dragerunter

Por primera (y quién sabe si última vez) voy a hablar de cine en este blog. En particular, de 1 cortometraje que vi el otro día en mi iPod tuneao: Esos malvados ninjas que fabricaba el Doctor Locura.

Este cortometraje es una mezcla entre las películas de serie B, de kárate y de punk rock. Este corto lo descubrí gracias a mi pasión por grupos de punk-rock ramoniano español, en este caso porque en él actuaban miembros de los grupos almerienses Johnny Betadine y Arny Division. El corto data del 2002, dura 12 minutos y el argumento se puede resumir brevemente en las siguientes líneas.

El típico doctor loco, Gunter Dragerunter (alemán que habla perfectamente la lengua de Cervantes) se encuentra realizando los típicos intentos para dominar el mundo.
En esta ocasión mediante lobotomías a jóvenes para posteriormente someterles a un duro entrenamiento y convertirlos en poderosos ninjas. Unos de estos jóvenes son amigos de Wilburg, el joven aprendiz de violín en cuyas manos está el futuro de la humanidad... en las suyas y en las de un veterano policía local añorante de oscuras épocas de la historia de España, Mortimer.

El corto tiene en los pocos minutos que dura todos los ingredientes que nos encantan a los amantes de estas películas: punk-rock, humor, ninjas, doctores locos, secuencias que recuerdan a antiguos videojuegos (grandioso el avance al más puro estilo Kung-Fu Master de Wilburg mientras lucha con los ninjas)... tal vez falte alguna víscera, pero se perdona.

En definitiva, este corto no pasará a la historia del cine español ni ganará ningún premio, pero debería estar entre las películas de culto españolas dentro de este género, como See Ya Later Cowabunga o Kárate a muerte en Torremolinos.

Y a aquellos que les guste esta música y estas películas, les recomiendo que den una escucha a los grupos de la película: Johnny Betadine (ya separados), Arny Division y Los Summers (con componentes de estos anteriores grupos, aunque no salgan en el corto)

Esta noche Guille canta para mí

Para mi... y para muchisimos madrileños más. Este viernes me acerqué a las Fiestas de San antonio de La Florida, en el Parque de la Bombilla a ver a La Casa Azul en concierto. El polifacético Guille Milkyway me sorprendió gratamente. Pese a que el concierto tardó en empezar (como es habitual en cualquier concierto), fue un tiempo razonable viendo el montaje electrónico que llevaba. Esperando para conseguir algo de bebida antes de empezar se veía a los chicos de sus vídeos esperando a ver en directo al alma mater de su grupo.

Guille salió con un gorro cubriendo su cabeza tras unas musiquitas electrónicas puestas como preludio a la actuación. Comenzó encenciendo las cinco pantallas que tenía con imágenes virtuales de sus chicos y entonando la canción que más famoso le ha hecho a nivel mainstream, "La revolución sexual". A partir de ahí se sucedieron uno tras otro los estribillos pegadizos y las melodías pop que caracterizan a sus composiciones. Es innegable el talento de Guille. Acompañó a una base de samples de versiones de sus canciones (fue tan original que los samples versionaban las melodías originales de sus discos) con una guitarra eléctrica y un tecaldo electrónico, y reversionó alguno de sus temas con un piano (haciéndolos más lentos e intimistas). Tocó varias versiones, entre ellas "Aire" de Pedro Marín, "Love is in the air" deJohn Paul Young y una irreverente "Qué sabe nadie" de Raphael que interrumpió a la mitad poque no se sabía más de la canción...

Las cinco pantallas traseras daban una alegría innegable al evento. Uno tras otro, acompañando a cada canción, se sucedieron videos con imágenes o con gráficos recordanando la época dorada de los videojuegos de marcianitos. Cuando acabó su actuación y Guille se marchó, una música electrónica al ritmo de "Sensaciones pop" nos enseñaba que eso no había acabado y aún quedaban bises. Entonces salió Guille y tocó dos de sus grandes éxitos, "Cerca de Shibuya" y "Como un fan", ésta última en un solo al piano.

Resumiendo, un concierto de ésos en los que sales con una sonrisa en la cara y esperando a volver a la próxima cita de Guille con los madrileños.

A new hope

Resulta curioso que el primer post de un blog sea un post de despedida, pero así es. Realmente no es una despedida sino un hasta luego. Dejo temporalmente la empresa en la que llevo 2 años y medio para irme a un gigante de la televisión digital de outsourcing. No soy muy receptivo a los cambios, me producen incertidumbre y no me gusta ya que es algo que no puedo controlar, pero me han asegurado que el cambio no va a ser para nada traumático.

Por si acaso, voy a intentar recordar los espacios sombríos a los que alcanzaba mi visión durante los largos días y semanas, esperando reencontrarlos iluminados dentro de un año.